Absolutamente indignate el
artículo del diputado andaluz por el PSOE Enrique Benítez, economista para más señas, y que es un insulto a Teruel y una muestra de profundo egoísmo. Para empezar ya el título pretende ser una guasa sin gracia "¡Teruel existe! (con nuestro dinero)". Frivolizando sobre el cometido de por qué hay que reivindicar que existe.
El pasado 30 de noviembre, con nocturnidad y premeditación, una escueta
nota de prensa hizo saber a la opinión pública española –y muy
especialmente a la aragonesa– que se había firmado un acuerdo entre el
Gobierno de España y el Gobierno de Aragón (sostenido por un bipartito
PP-Partido Aragonés Regionalista) para invertir 30 millones de euros
anuales en Teruel entre los años 2012 y 2016. Es decir, que Teruel va a
disfrutar de inversiones por importe de 120 millones de euros en cuatro
años por imposición del PAR (es decir, por la cara) y, lo que es más
sangrante, con dinero que se nos hurta a Andalucía.
Ojo a la cantidad, 30 millones anuales, tampoco es que sea más que migajas en unos presupuestos estatales. Le atribuye una mala intención y un afán de ocultamiento. Ofrecer un mínimo de dinero a una provincia desestructurada y despoblada es una imposición por la cara. No sé qué idea tiene d elo que es el PAR, pero parece atribuirle un nacionalismo aragonés del que carece por completo. Enlazando a que malo es el nacionalismo, el de los demás, y que bueno el españolismo y el sano regionalismo, sobre todo cuando soy yo quien recibe los millones año tras año. Es insultante la diferencia de lo que ha recibido Andalucía año tras año en fondos europeos y de solidaridad interautonómica de los que no recibe Teruel, y por eso este plan. En plena desfachatez y egoísmo dice que ese dinero se le roba a Andalucía, tratando de crear un enfrentamiento entre territorios y tampoco explica de qué partida se le quita a Andalucía.
El asunto no es baladí. Como la Comunidad Autónoma de Aragón supera la
renta media española no puede recibir dinero del Fondo de Compensación
Interterritorial (el llamado desde siempre FCI). Ese Fondo se creó y
existe para invertir en las comunidades autónomas cuya renta per cápita
está por debajo de la media nacional. Pero el Gobierno de Mariano Rajoy
se ha sacado de la chistera otro truquito: como Teruel es una provincia
muy desigual dentro de Aragón, pues la financiación del FITE (Fondo de
Inversión en Teruel) se saca directamente del FCI. Así que mientras que
el PP en el Parlamento de Andalucía reclama obras y obras sin tener la
valentía de exigir a su propio Gobierno que sea justo con Andalucía,
mientras que el PP de Andalucía elude exigir a Rajoy, Montoro y Ana
Pastor que cumplan con el Estatuto de Autonomía para Andalucía, mientras
que el PP en el Parlamento de Andalucía habla constantemente de
«bipartito» para referirse con cierta displicencia al Gobierno de la
Junta de Andalucía, nos cuelan por la puerta de atrás un millonario
Fondo de Inversión en Teruel para sostener el bipartito aragonés con
dinero hurtado a los andaluces.
En este vomitivo párrafo trata de explicar de dónde viene, sin dar cifras de cuánto recibe Andalucía. Emplea a Teruel como ariete contra el PP. Y con la desvergüenza de admitir que Teruel no recibe ayudas y que está mal que las reciba por lo que parece. El gravíssimo asunto de la despoblación que explica el por qué Teruel está por encima de la media estatal de renta. Una estadística totalmente engañosa. Vamos a ver si emplea la misma furia en el asunto de los EREs de la Junta de Andalucía que eso sí es hurtar a los andaluces y en todo el cortijo político que se ha montado el PSOE en Andalucía desde la autonomía. Un fondo millonario de 30 millones, ojo.
No es la primera vez, ni será la última, que el Gobierno del PP utiliza
los presupuestos públicos con intereses exclusivamente partidistas. Lo
ha venido haciendo desde que ganó las elecciones, financiando la quiebra
de la Comunidad Valenciana, dando anticipos a Cataluña para apuntalar
las expectativas electorales del PP y de Sánchez Camacho, una lideresa
que ha desplazado a Zoido en capacidad de influencia y en proyección
mediática. Lo ha hecho destinando a Andalucía menos inversiones de las
que quedaron establecidas por el Estatuto de Autonomía. Y lo hace
encumbrando a Zamora –provincia natal de Ana Pastor y de Doña Urraca,
aquel personaje histórico que estudiamos en bachillerato– y a Teruel al
olimpo de las provincias agraciadas por la lotería de las inversiones
del Estado. Todo un proyecto de país, como vemos.
Sigue su ataque al PP y en su delirio incluye a otra provincia despoblada como Zamora. Y en su desvergüenza cita a Teruel como provincia privilegiada en los presupuestos. El proyecto de país pasa únicamente por dar fondos a Andalucía para que en vez de redundar en beneficio del pueblo andaluz, siga con sus tejemanejes el PSOE. Después de tres décadas de recibirlos deberían explicar por qué Andalucía sigue a la cola con las enormes posibilidades que tiene a todos los niveles.
No es justo, y lo saben. Por eso lo anuncian de tapadillo. Por eso
evitan las Cortes con una batería de Reales Decretos Ley, firman
acuerdos bilaterales con las comunidades autónomas afines y presentan
enmiendas a los PGE 2013 por la noche en el Senado. Andalucía está
castigada. La democracia no les gusta, y menos cuando no les da la
razón. Día tras día, con el dinero que en justicia corresponde a
Andalucía, el PP hace política interna, política partidista, sin visión
de Estado, sin criterios de justicia distributiva, sin el más mínimo
respeto al orden constitucional y estatutario de este país. Luego,
además, pretenden pasar por patriotas. Están destruyendo España, para
decirnos luego que han venido para salvarla. Como dice Pablo Motos,
apañaos estamos.
A Benitez tampoco le gusta la democracia, ni la solidaridad, ni conocer las cosas antes de soltar tonterías. Ahora dar migajas a Teruel es no tener criterios de justicia distributiva, que bien le va al PSOE andaluz con su españolismo disfrazado de solidaridad. Tampoco debe de conocer los graves incumplimientos en el estatuto aragonés. Que cite a un intelectual como Pablo Motos es el perfecto resumen de la indigencia intelectual del artículo. Y mientras el PSOE de Aragón sin atreverse a rechistar.