La mina de Borobia ha empezado a funcionar con la primera voladora, por encima del nivel freático a la espera de los permisos de la CHE. Lo que resulta significativo y vuelve a poner de manifiesto la política de hechos consumados. Empezando la extracción de magnesio. Lo que, en teoría, no afecta a las aguas subterráneas que es uno de los grandes temas en esta mina. Sobre todo por posibles a la parte aragonesa donde vierte al río Manubles. Cuyo valle se sigue oponiendo firmemente a esta mina. Una vez más observamos como estos proyectos, que dejan poco empleo y dinero y sí muchas afecciones, algunas irreversibles, se llevan a cabo en pueblos afectados por la despoblación, donde esperan obtener poca respuesta social, y presentándose como salvadores.
Foto, Heraldo de Soria